Una estrategia inmediata para el mañana

Desde Turismo Costa del Sol exigimos al Gobierno que se tome muy en serio al sector turístico, que deje de alimentar la dañina confusión y que empiece a trabajar en medidas y ayudas de magnitud.

La mayoría de relatos sobre ciencia-ficción que nos dibujan grandes catástrofes y distopías apocalípticas suelen centrarse en el estallido de la crisis, pero pocas veces en el mañana y en cómo continúa la vida tras la terrible tormenta.

Mientras escribo estas líneas aún nos encontramos inmersos en lo más crudo de la pandemia del coronavirus, que ha superado este fin de semana en España la espantosa cifra de 20.000 fallecidos y golpeado brutalmente nuestro modelo productivo.

Aún sin saber la magnitud de este desastre sanitario, tenemos la obligación de pensar con urgencia en el mañana, en qué pasará una vez superemos la primera fase de una catástrofe que también es económica y de destrucción de empleo.

Y ese segundo capítulo, el de la recuperación, debe dedicar muchas páginas a uno de los pilares fundamentales de nuestra economía: la industria turística.

Hablamos de un sector que supone casi el 15 por ciento del PIB y que ocupa en el conjunto de nuestro país a 2,6 millones de personas. Es una actividad en la que España es líder mundial. En el caso de Málaga, donde el turismo es la piedra angular de la economía, se generan más de 60.000 empleos directos y unos ingresos anuales que superan los 14.400 millones de euros.

Son cifras de una importancia tan indiscutible que sorprenden el silencio de Moncloa al respecto o la imprudencia de la ministra de Trabajo, cuyas desafortunadas declaraciones extendiendo hasta finales de año el cierre del sector han sido calificadas por la Mesa del Turismo como una «barbaridad» y una «temeridad».

Siempre hemos considerado el turismo una cuestión de Estado en la que no cabía la confrontación partidista. Y en esa estrategia de lealtad y cooperación institucional radica parte del éxito. Pero la lealtad también consiste en advertir de los errores cuando estos son graves, y desde Turismo Costa del Sol consideramos que no se está dando al sector la importancia que merece ni el tratamiento que necesita. Y hablamos de un Ejecutivo con 22 ministros.

No es razonable, aceptable ni admisible que desde el Ministerio de Turismo no se haya convocado aún al sector para compartir y diseñar posibles medidas y soluciones. Todo lo que se sabe llega desde el Ministerio de Trabajo, con la consiguiente pregunta: ¿En manos de quién están las competencias turísticas en el Gobierno central? Se supone que, dentro del Pacto de Gobierno que hizo presidente a Pedro Sánchez, habían recaído en el PSOE y no en Podemos. Y debo admitir que eso nos tranquilizaba a todos, porque desde el partido de Pablo Iglesias siempre se ha alentado una ‘turismofobia’ muy peligrosa para los intereses de nuestro país.

Pero cuando la ministra que habla sobre el sector turístico, y no precisamente para enviar mensajes de confianza, es la comunista de Trabajo y no la socialista de Turismo, debemos preocuparnos. Tampoco tranquilizan nada las intervenciones del ministro de Consumo, al que suponíamos algún conocimiento del sector dada su condición de diputado por Málaga. Desde Turismo Costa del Sol exigimos al Gobierno que se tome muy en serio al sector turístico, que deje de alimentar la dañina confusión y que empiece a trabajar en medidas y ayudas de magnitud. Sería ruinoso que la inacción o el conformismo nos lleven a que este sector sea el que más tarde se recupere.

Esta entidad pública de la Diputación de Málaga en la que tienen voz y voto más de 500 empresarios del sector ya trabaja en una estrategia para afrontar esa reactivación. Lo hacemos de la mano de un comité de expertos de indiscutible prestigio.

Pero ni la Costa del Sol ni el resto de los grandes destinos turísticos españoles debemos ir a ciegas en nuestra estrategia, preparando cada uno la ‘guerra’ por nuestra cuenta sin conocer la posición del Gobierno. Porque las iniciativas que se planteen deberán ser a gran escala y con la coordinación y la colaboración de todos, administraciones y sector privado.

Tenemos la enorme responsabilidad de rediseñar el mañana, de conseguir que la recuperación económica se consiga lo antes posible y con los menores perjuicios para la sociedad. Y la Costa del Sol debe volver al sitio que le corresponde como uno de los destinos turísticos internacionales de mayor calidad y prestigio.

Sólo con el esfuerzo de todos, sin caer en optimismos vacuos ni aprovechar la catástrofe para emprender revoluciones ideológicas trasnochadas, podremos conseguirlo. Y que sean nuestros hijos y nietos los que protagonicen el mejor epílogo posible de esta historia.

 

MARGARITA DEL CID

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