Maestro de maestros: el chiringuito Marina Playa gana la VI Ruta del Espeto

¿Qué o quién es un chiringuito? Es una pregunta que nadie de Málaga plantearía, pero que podría caer por parte de un extranjero o alguien que habita fuera de Andalucía. La respuesta debería ser, en un principio, la siguiente: un chiringuito es un chiringuito y basta. No es solo un bar de playa. Tampoco es un simple restaurante. Podría ser una combinación de los dos conceptos. Un chiringuito es, ante todo, un lugar de pertenencia. Una sensación de vida y un homenaje a las tradiciones marineras de la provincia. Es refugio y es encuentro con amigos. Los hay más rudimentarios, hechos con construcciones de madera. Están las edificaciones que no tienen nada que envidiarle a los establecimientos que se ubican fuera de la primera línea de playa. Puede haber más o menos variedad en la carta. Lo que es innegociable, sin embargo, es la presencia de un plato: el espeto. Una creación que parece simple pero que, en realidad, es profundamente genuina. Varias sardinas se colocan alineadas sobre ascuas y si el profesional que los prepara maneja el oficio, es algo imbatible. Desde este martes, Málaga tiene un nuevo rey y responde al nombre de Marina Playa. Es el ganador de la VI Ruta del Espeto, el tradicional evento organizado por Málaga en la Mesa y SUR, patrocinado por la Diputación Provincial y Sabor a Málaga, y que cuenta con el apoyo de Cruzcampo y la colaboración de la Agrupación de Interés Económico Playas de la Costa del Sol (Chiringuitos de Málaga), en el que se busca determinar al mejor espeto de la provincia. El premio del público fue para El Espigón de la Cala, ubicado en el Rincón de la Victoria.

Salvador Salas

El galardón para Marina Playa recae sobre este chiringuito por segunda año consecutivo. Fundado en 1990, está dirigido por tres hermanos: Bernardo, Francisco y Noelia Palma. El encargado de espetar las sardinas fue Manolo Galindo, primo de los dueños. Tuvo un toque emotivo este reconocimiento, al contar con una dedicatoria especial que Galindo verbalizó a SUR, una vez recibido el premio: «Esto va para mi hermano José María, que hace dos años se quitó la vida. A él se lo dedico». Alguna lágrima y sentidos abrazos se intercambiaron.

Un total de 42 chiringuitos de diferentes localidades costeras de la provincia participaron en esta sexta edición. A través del voto de los lectores, se determinaron los cinco finalistas que se midieron en El Balneario. Los elegidos: el Chiringuito Beach Pirata (Mijas), Avante Claro (Cala del Moral), El Espigón de la Cala (Rincón de la Victoria), Las Acacias (Málaga) y Marina Playa (Torre de Benagalbón).

Allí, los respectivos espeteros de los establecimientos prepararon este plato para la posterior degustación de un jurado que, en una cata ciega, determinó al ganador. Entre los expertos, el crítico gastronómico de SUR, Enrique Bellver, el presidente de la Asociación de Empresarios de Playa, Manuel Villafaina, la directora de Sabor a Málaga, Leonor García Agua, el jefe de ventas de Cruzcampo, Ángel Salas, o el gerente de El Balneario, Adolfo Jaime.

Salvador Salas

Sobre las siete y media, una barca espetera recibía a los participantes con el fuego a punto. Entre las claves para un buen espeto está colocar las sardinas cuando las ascuas están en su punto. Si la temperatura es demasiado alta, la sardina se carboniza. Si el calor no es el adecuado, el producto se queda crudo por dentro y no alcanza su sabor característico.

¿Pero cómo debería ser este sabor, en realidad? La respuesta también la ofreció el maestro espetero. «Tiene que estar crujiente por fuera y sabroso por dentro», precisó Galindo, que tiene 60 años, y que cuenta con una dilatada trayectoria en la hostelería. «Llevo más de media vida en los chiringuitos», precisó. Bernardo Palma, uno de los dueños, destacó que este premio supone «todo un orgullo» y «un reconocimiento que pone en valor el trabajo de todo el equipo de Marina Playa».

Premio del público

Como es habitual, también se falló el premio del público. Más de 4.000 votos se contabilizaron a través de SUR y optaron por darle este reconocimiento a El Espigón de la Cala. Un establecimiento ubicado en Rincón de la Victoria, que también cuenta con una dilatada trayectoria y un amplio bagaje en la hostelería de la provincia.

Después de la entrega de premios, el acto concluyó con un encuentro entrañable entre todos los participantes, con el mar de fondo. Allí, el director de SUR, Manolo Castillo, tuvo palabras de agradecimiento para los profesionales y para las entidades participantes en este acto, que ya es un fijo para dar por iniciado el verano.

 

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