La Gran Espetada
Los chiringuitos reparten gratis dos toneladas de sardinas asadas en La Misericordia para reivindicar el producto más tradicional de la gastronomía marenga.
Meses de dimes y diretes sobre el futuro de los chiringuitos han abierto el apetito de sardinas asadas entre los malagueños, que ayer acudieron en masa a la celebración del cuarto Día del Espeto. Y no quedaron ni las espinas. Unas seis mil personas, según las estimaciones municipales, se congregaron en la playa de La Misericordia, en una fiesta que supuso el reparto de dos toneladas de pescado, en cuya elaboración participaron 16 espeteros repartidos en cuatro barcas.
Además, los asistentes pudieron degustar de forma gratuita 500 kilos de langostinos y 450 de tomates, todo ello regado con 200 barriles de cerveza y otros tantos de tinto de verano, para lo que se dispusieron 150 mostradores en el paseo marítimo.
«Esta es una celebración en agradecimiento a la ciudadanía por su apoyo para la pervivencia de los chiringuitos», comenta Miguel Arrabal, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga, que organiza este evento junto con el Ayuntamiento de la capital. «Ojalá nos falten sardinas», agrega, en relación a la masiva afluencia de público.
Espeteros preparando varias raciones de sardinas ayer en la Misericordia.
Concesiones
La cita, que estuvo amenizada por actuaciones musicales, contó con el apoyo de la Cámara de Comercio, Unicaja y la Diputación de Málaga, y patrocinadores como Coca-Cola, Pepsi, San Miguel y Cruzcampo.
La festividad se convirtió además en una reivindicación de las esperadas concesiones de los chiringuitos que aún carecen de ellas, y congregó a numerosos empresarios del sector de toda la provincia, tal y como recuerda la concejala de Sostenibilidad y Servicios del Ayuntamiento, Teresa Porras.
Cabe recordar que el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, representantes de la Junta de Andalucía y de los empresarios se reunirán en Málaga el próximo viernes para estudiar las solicitudes de los chiringuitos y su adecuación a la ley de Costas.
