Empresarios exigen a la clase política que se centre en recuperar la economía y no en peleas partidistas
El tsunami político que vive esta semana el país en forma de mociones de censura y elecciones anticipadas no ha sentado nada bien al tejido empresarial de la provincia. Aunque los gobiernos regional y provincial parecen estar a salvo de las disputas entre PP y Ciudadanos en otras comunidades, los responsables de los colectivos más representativos han mostrado su preocupación porque se desvíe el tiro de lo verdaderamente importante: la recuperación económica y sanitaria en mitad de la pandemia.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Javier González de Lara, reconoció ayer que los profesionales están preocupados por lo que ocurre en la regiones de Murcia y Madrid. «Lo que queremos es estabilidad y que no se antepongan intereses partidistas a los particulares». A su juicio, «no es el momento de tacticismo político, sino de luchar contra una pandemia aterradora que ha provocando que la economía se desplome más de un 11%».
Las noticias que sobrevuelan a nivel nacional tampoco han sentado nada bien al presidente de la Cámara de Comercio, Sergio Cuberos. Para él, éstas noticias «sólo demuestran que le importamos muy poco a la clase política». Considera que la situación económica, social y sanitaria es tan preocupante «que en lo único en lo que se tendrían que poner de acuerdo es en cómo salir de esta y no en lo que les viene bien».
También son de la misma impresión hosteleros y comerciantes, dos de los gremios más afectados por los recortes asociados a la pandemia. El presidente de la asociación Málaga Hostelería, Javier Frutos, reclama a la clase política «altura de miras»; mientras que el máximo responsable de la federación Málaga Comercio, Salvador Pérez, les pide que no se escondan tras cortinas de humo para no explicar cómo se van a gestionar las ayudas. «Si estamos mareando al enfermo, es posible que se nos muera», razona Pérez a modo de símil.
Sin tapujos también se expresan los principales responsables del sector turístico en la provincia. El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, Luis Callejón, sentencia que estos movimientos políticos «son una vergüenza». «Están preocupados en resolver disputas de poder y no en gestionar la situación actual que estamos viviendo», añade. Aunque confía en que algo así no ocurra en Andalucía, cree que cualquier actuación de este tipo afecta a todos los territorios. «Obviamente esto va a afectar a la recuperación», avanza.
Hay retos más urgentes
En este debate tampoco se esconden los responsables de los chiringuitos. Desde la Asociación de Empresas de Playas de Málaga, Manuel Villafaina, no cree que sea el mejor momento «para estos líos», sino que se deberían centrar en gestionar las ayudas para un sector que agoniza. «Estamos en una pandemia muy grave, con muchos problemas empresariales, y de eso es de lo que se tienen que dar cuenta», resume.
Y no sólo se trata de economía. El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Ricardo Nandwani, considera que la clase política debería demostrar ahora, más que nunca, «que tienen más luces y se iluminan con focos largos» para comprender la urgencia de encontrar un remedio sanitario y económico a la situación. «Estamos muy preocupados porque hay cosas mucho más importantes como la salud y la subsistencia de los empresarios».
Aunque hablando exclusivamente de salud, el presidente del Colegio de Médicos, Juan José Sánchez Luque, razona que la estabilidad política es vital para gestionar cualquier tipo de contratiempo, y más si se trata de una pandemia mundial. «Bastante guerra tenemos ya con el virus como para tener que entrar en otra nueva». Al menos él prefiere quedarse con la situación más estable que parece vivir Andalucía, en donde PP y Ciudadanos demuestran una buena sintonía. «Gestionar una pandemia con la situación que hay en Murcia o Madrid sería terrible porque la toma de decisiones con un gobierno inestable es más complicado».