Alonso cree una "magnífica solución" que chiringuitos dependan de la Junta
El consejero andaluz de Turismo, Luciano Alonso, ha asegurado hoy que la Junta ha encontrado "una magnífica solución" para los chiringuitos al lograr el compromiso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para el traspaso de estas competencias a la región.
Alonso ha afirmado hoy, en una rueda de prensa ofrecida en un chiringuito de Torremolinos (Málaga), que la Junta tendrá las competencias en 2010, y que gestionará "bien" estas concesiones.
Preguntado si estos establecimientos dependerán de la Consejería de Turismo o de Medio Ambiente, ha declarado que "no es una preocupación", puesto que está clara la "proximidad" de la Junta, que apoya su singularidad.
Ha recordado que este verano "no se van a tocar" las instalaciones, y que el próximo día 26, el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, representantes de la Junta y de los empresarios se reunirán en Málaga para estudiar las solicitudes relativas a la adecuación de los chiringuitos a la Ley de Costas.
En el encuentro se hará "un análisis detallado de cada uno de los chiringuitos", y se verá lo que se ha avanzado en la concesión de licencias, que a juicio de la Junta deben tener "carácter definitivo".
Respecto a la preocupación de los empresarios de playas por las exigencias de la Ley de Costas que podrían implicar reubicar las instalaciones fuera de la playa, Alonso ha declarado: "Si el chiringuito sale de la arena, no es chiringuito, sería otra figura de restauración".
El consejero ha mostrado su disposición a buscar fórmulas dentro de la ley para ser "más ágiles" en las concesiones, y que los empresarios puedan tener garantías sobre la continuidad de su actividad.
Tras precisar que "habrá que quitar" aquellos establecimientos que no se ajustan a la ley, Alonso ha mostrado su deseo de "trabajar codo con codo" con el sector para que haya instalaciones "modernas y atractivas".
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, anunció el pasado miércoles que había pedido a Rodríguez Zapatero la competencia sobre los chiringuitos, en base a su Estatuto de Autonomía, y aseguró que éste no le había planteado "ningún inconveniente".